Craps: la historia de un juego que se adaptó al fraude y a la guerra
- Leonardo Castillo
- 29 sept
- 3 Min. de lectura

El craps no nació como espectáculo, sino como un juego complejo, casi elitista. Pero a lo largo de los siglos, se transformó en uno de los juegos más populares del casino moderno, ¿Cómo pasó de ser un juego de aristócratas a convertirse en el favorito de soldados y apostadores callejeros? La respuesta está en su capacidad de adaptación: a la cultura, al contexto y al jugador.
Siglo XIV: Hazard, el antecesor estratégico

El origen del craps está en el juego inglés Hazard, practicado desde el siglo XIV, era un juego de dados con reglas complejas, jugado en cortes y tabernas. Los jugadores apostaban sobre el resultado de dos dados, pero el sistema incluía múltiples combinaciones, probabilidades y términos específicos. Hazard era popular entre la nobleza porque requería memoria, cálculo y atención, no solo suerte. Su complejidad lo hacía exclusivo, pero también vulnerable, los tramposos podían manipular las reglas o los dados. Esta fragilidad sería clave en su evolución posterior.
Siglo XVIII–XIX: “Crapaud” y la simplificación francesa

Durante las guerras entre Inglaterra y Francia, Hazard cruzó fronteras. En Francia, se simplificó y se jugaba en el suelo, lo que llevó al apodo “crapaud” (sapo), por la postura de los jugadores, esta versión más accesible eliminó reglas innecesarias y permitió que más personas lo entendieran y lo jugaran. La simplificación no fue casual, pues en contextos bélicos y migratorios, los juegos complejos pierden fuerza generalmente, pero Craps evolucionó porque la gente necesitaba juegos rápidos, fáciles de aprender y portátiles. Así, pasó de ser un juego de salón a uno de calle.
Siglo XIX–XX: Nueva Orleans y el fraude como motor de cambio

Craps llegó a Estados Unidos a través de Nueva Orleans, donde se volvió popular entre comunidades afroamericanas y caribeñas, pero el juego tenía un problema, los tiradores podían usar dados cargados o trucos para manipular el resultado, lo cuál generó desconfianza y frenó su expansión. Ahí entra John H. Winn, quien en 1907 rediseñó el juego y permitió apuestas contra el tirador, agregó nuevas zonas de apuestas en la mesa y estandarizó el diseño. Su versión resolvía el problema del fraude y transformó craps en un juego más justo, dinámico y atractivo para los casinos.
Década de 1940: Craps en la guerra
Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados estadounidenses adoptaron el craps como juego de campamento, usaban mantas como mesas, apostaban cigarrillos o raciones, y jugaban entre combates. ¿Por qué craps y no otro juego? Porque el craps no requiere cartas, ni fichas, ni una mesa formal. Solo dos dados y ganas de jugar, además de su velocidad, simplicidad y emoción lo hicieron ideal para contextos de espera, tensión y camaradería. En ese entorno, craps se volvió parte de la cultura militar.

Siglo XX–XXI: El casino como escenario

Con el auge de Las Vegas, craps se convirtió en uno de los juegos más ruidosos y participativos del casino. Su diseño permite que muchos jugadores apuesten al mismo tiempo, que se animen entre ellos, que el tirador se vuelva protagonista. Es un juego que genera espectáculo sin perder su esencia matemática. Hoy, craps sigue evolucionando: hay versiones digitales, apuestas automatizadas, tiradores virtuales. Pero su núcleo permanece con dos dados, una apuesta, y la emoción de que todo puede cambiar en un solo lanzamiento.
Wikipedia. (2025). Craps. Recuperado de https://en.wikipedia.org/wiki/Craps
Casino.org. . (2024). History of Craps: From Hazard to Vegas. Recuperado de https://www.casino.org/blog/history-of-craps/
Summers, T. (2023). Craps and Community: The Evolution of a Social Game. Journal of Gambling History, 12(2), 45–61.







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